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Este es sin duda un blog
de alta calidad...

59: conitnua

Ayer por la noche estaba con la motivación por encima de lo usual, no tenía esperado que durará hasta el día siguiente, pero era suficiente para conciliar el sueño. Por la mañana me despertaron los demonios haciendo de lo suyo llevándose promesas de la noche.
Dormí poco, llegó la mañana y tenía que cumplir la rutina de día, no podría ser más desmotivador, pero fue lo suficiente como para ir de todas formas. Al regresar me recosté en la cama y sin pensar mucho en ello, me dispuse a recuperar el sueño y desde entonces donde lo bizarro comienza.

Hace mucho había escrito sobre mis ridículas opciones para obtener trascendencia, lo había olvidado pero antes había tenido un sueño un tanto sangriento. No esperaba pudiera continuar, pero era tan irreal que cuesta creer que pudiese sentirse tan vivido.

Acompañaba a mi hermana, habíamos huido y tratábamos de ocultar algo, algo que suponía un riesgo para su carrera. Recuerdo una especie de muro o cerca que no dejaba el paso a la playa. Las olas de un mar descolorido siendo teñido por el atardecer, sin embargo el ambiente tan desolado que apenas se siente la calidez. Miro a todos lados y sin explicación alguna aparezco en un hospital tratando de escapar y distraer a alguien que aparentemente me seguía. Entro a una sala de emergencias y con un algodón me limpio una supuesta herida. Me pregunto si era yo quien escapaba o quien estaba detrás de alguien, pues veía tal escena desde arriba. Inesperadamente el lugar queda vacío, yo me dirijo a la puerta, donde me esperan dos personas de no mas de 25 años, por alguna razón las reconozco y me dan un bicicleta.Por un momento pensé una de ellas era otra de mis hermanas pero no, el otro tipo del que apenas recuerdo su ropa, aún no sé quienes son, quizas amigo o aliados. Salgo del lugar con estas personas al lado, mientras acomodo en la parte de adelante lo simula ser una pelota de basquet, tiene la red y al fijarme bien es la cabeza de alguien con pelo lo suficientemente largo como para cubrir su rostro y ser irreconocible.

Llego a casa, o lo que se supone es el lugar en el que vivo. Un gran edificio naranja con varios departamentos, también lo reconozco y recuerdo alguna vez haber buscado una academia de inglés allí, demasiado extraño. Una discusión aparece de la nada, no entiendo, no llegamos a la conclusión y simplemente dejan el lugar. Yo reviso la vista por el pasadizo estábamos en el último piso. En mi mano sostengo ua bolsa transparente dejando ver grumos de sangre, pienso en deshacerme de ello, pero aparece mi hermana, solo reparo en esconder la bolsa debajo de la almohada y fingir que duermo. Tarda tanto que al final me quedo dormido, al despertar el pecho comienza a dolerme y siento una terrible culpa, al parecer por haber matado a mi madre, por alguna inmadurez. Me reprocho a mi mismo, pues "de todas formas tu vida ya era mierda", lagrimas caen y aún no llego a comprender todo, pero el dolor y culpa pesan demasiado. Al frente se abre la puerta y sale mi hermana, le pregunto desesperadamente "¿La mami?", me mira extrañada y responde "Está en mi casa", por alguna razón siento un gran alivio y sonrío de felicidad. "Entonces fue un sueño" me digo a mi mismo mientras mi hermana entrá al cuarto en el que estaba y se recuesta. Sin darme cuenta reviso por detrás de la almohada y veo manchas de sangre. Le pido cierro los ojos y con prisa saco la bolsa y la tiro por la ventana.

Luego de una corta charla de asuntos triviales, sale de la habitación y comienza a bajar las escaleras hasta llegar al patio del condominio, en el centro hay un monumento de algún militar, en el lugar un montón de perros se pelean y buscan algo. Reviso y la bolsa no está "seguro se la comieron los perros". Un hombre en traje lleva en sus manos un ramo de flores y pasa cerca, siento una repulsión automática, es alguien que reconozco y parece ser una especie de enemigo, pues la sensación de disgusto no se detiene. Mi hermana se acerca al alboroto de los perros yo no la dejo, y termino siendo arrastrado y forzado a subir a mi habitación, todo con el debido escándalo. Miro por la terraza, varios policías revisan la escena y al parecer se me acusa de robo, nuevamente no entiendo nada. Recuerdo la almohada con sangre, la cabeza, ya no sé que fue real, pienso en lanzarme por la terraza, no es posible que sea lo único que se me ocurriera, he perdido fe y no hay algo que me mantenga con suficientes ganas de vivir un poco más. Al despertar sobresaltado trato de hacer encajar cada parte, sigue sin tener sentido. Solo vuelvo a recostarme, no sin antes comprobar que la almohada está limpia.

Por cierto, hace mucho que no logro recordar alguno de mis sueños, solo recuerdo aquellos sangrientos y que inexplicablemente se siente reales. He decidido escribirlos, pues es lo más interesante que pudiese pasar en esta vida desabrida que llevo. Hoy por la mañana deicidí comenzar a grabar mientras trato de desfogarme, como era de esperarse no podría ser más incoherente. Leí hace mucho que para tener más confianza al hablar con los demás ayuda practicar contigo mismo, hablar, grabar y escuchar; espero me ayude.

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