Cerrar los ojos antes de dormir, pensando que tal vez despierte con muchas más posibilidades, pero cada día, cada oportunidad, cada sueño, cada ambición, se escapan... Aunque me esfuerce, o finja hacerlo, simplemente mi incapacidad me deja nuevamente tan cerca del punto de partida, incluso a veces sin haber comenzado correctamente. Sin embargo tal vez sea más molesta la impotencia de haber intentado hacer algo al respecto, aferrarse a cualquier probabilidad de mejorar, y cada vez el resultado aplaste tu esperanza una y otra vez.
Es gracioso porque aun así cada noche me convenzo de que mañana sera mejor para mí. Tal vez ser masoquista haría mi situación mínimamente soportable.
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