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Este es sin duda un blog
de alta calidad...

52: Todavía no has visto lo suficiente de este mundo

Luego de pasar un mes sin conexión y terminar revisando viejos archivos en la computadora, pude darme cuenta finalmente de que había pasado mucho, había pasado mucho y yo todavía no había cumplido siquiera uno de mis objetivos de entonces. Hace cuatro años que decidí finalmente ser quien yo decida, sin embargo no parece que haya hecho algo aún de lo que realmente me sienta orgulloso.

Mientras escuchaba la música que descargué; en aquel tiempo en el que descargaba todo pues entonces pocas veces podía ir a alguna cabina de internet y tratar de encontrar consuelo en series y música popular entre lo impopular. Mustang, una gran canción de AKFG, era el video de un live (con subtítulos al español para más placer); la canción me traía una nostalgia, una nostalgia que se hizo insoportable en cuanto recordé cuando la escuché por primera vez y decidí ponerla en mi lista de reproducción. Sin darme cuenta miré en mi carpeta de animes descargados, sin pensarlo me dirigí hacia la carpeta de Hetalia, efectivamente cuatro años. Hetalia es y había sido una de las series más significativas para mí, a pesar de que ni siquiera lo intentara, y quizás es a Himaruya a quien le debo mucho de que soy ahora. Aunque no le he devuelto nada, y aunque diga que sensei me ha ayudado tanto, yo no he hecho nada desde que puse en marcha el “Plan para ser alguien kakkoii”, ahora corregido “Plan para ser al menos un poco kakkoii”, en resumen actualmente solo es un plan para no ser una persona tan deprimente como ahora.

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Cuando estás en un estado de comodidad soportable, cuando no eres realmente un miembro activo de la sociedad, te acostumbras a que los días pasen, y mes tras mes terminan y pasan años sin siquiera darte cuenta, efectivamente se pierde la noción del tiempo. Sin embargo a pesar que desde hace más de un año he vuelto a contar los días para llegar a miércoles y viernes, me sigue pasando, sé qué día es, pero sigo dejando los días y semanas terminen sin que pueda acostarme en la noche y pensar: “Hoy fue un buen día porque…” simplemente las actividades que hago son tan monótonas y pongo tan poco esfuerzo en ello.

Pasar ocho horas mirando al infinito tratando de olvidar la muchedumbre que hay, para luego pasar cuatro horas mirando la pantalla de la tableta, moviendo los dedos torpemente y tratando de hacer full combo, otras cuatro frente a la computadora sonriendo como idiota por alguna actualización, si puedo cinco horas. Llega la hora de dormir sin darme cuenta que perdí otras cuatro comiendo y manteniendo una relación sino saludable, al menos aceptable para no ser echado de casa (en la realidad eso no ha pasado aún solo por lástima). Al llegar a la cama con el pensamiento “Mañana sí voy a hacer ganba”. Aunque hace un mes que iniciaron vacaciones, al hacer un recuento, lo único que hice fue dormir. Algún hecho significativo, el haber una serie que parece hasta ahora interesante, hablaré de algún día. Un mes desde que mi motivación estuvo en su punto más alto y de tener los medios puestos en mesa habría aprovechado. Haberlo buscado por supuesto, aunque como “sin internet no soy nada”, pasé una semana postergando, y otra esperando. Día a día, la lista de tareas, pasaba su fecha límite, y volvía a postergar.

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Parece hace mucho desde que inicié este blog con la excusa de hacer reseñas a mi propio estilo, pero como era de esperarse no tardé mucho en procrastinar, pero si tardar mucho publicar una reseña/entrada con la que me sintiera satisfecho. Dudo que ahora mismo haya cambiado en ese aspecto.

Hace algún tiempo mientras descubría el mundo del coaching para productividad, o como me parece, estas personas que te dicen lo que ya sabes sobre cómo llevar una vida ordenada. Un video sobre como aprender un nuevo idioma más fácilmente me llamó la atención, por supuesto no me dijo nada que no supiera, aunque se siente bien asentir frente a la pantalla como: “desu yo ne?”. Específicamente la recomendación para mejorar el writing, me llamó la atención, se trataba de redactar algo, un blog o diario por ejemplo. “Yo podría hacer eso”, y de repente una frase se me vino a la cabeza: “Me gusta llevar mi diario a todas partes, así siempre tengo algo interesante que leer”, sonreí para mí mismo como idiota y traté de recordar lo que había hecho el día anterior, no lo tenía muy claro, una sema antes casi no había algo más que dormir, comer, salir a pasear al parque, comer y dormir. Me sorprendió y dolió notar que no recordaba a detalle lo que había hecho antes de este periodo de hastío de hace un año. Me parecía que es desde donde entonces tenía conciencia, y lo anterior a eso, a lo que llamo “la época vergonzosa” era apenas tan lúcida como la de un sueño de hace una semana. Esto suele pasarme muy a menudo y me acostumbré solo a ver el momento actual, no es muy conveniente la verdad.

Es un hecho que es fácil modificar un recuerdo y que con el paso del tiempo lo que creemos pasó, en realidad no lo hizo y olvidamos y cambiamos a nuestro gusto sin siquiera estar conscientes de ello. Por lo que me gustaría tener a la mano una narración con tantas de tangentes y referencias, que apenas reconozca; un índice de hechos importantes llenos de trivialidades; un diagrama que me enseñe los resultados de cada año de monitoreo.

Y así se inicia, este proyecto gracias a una propuesta de este personaje tan terriblemente entusiasta y que a veces aún aparece sin avisar. “¿No tenías ese blog en el que te quejabas cada vez que entrabas en crisis existenciales? Era cutre pero podrías pasarte por allí de vez en cuando, es al menos lo último que hicimos juntos y que aún sobrevive.”


> Esta entrada fue redactada el 20 de febrero, teniendo nuevamente conexión a internet la publicamos correctamente.

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